Mensajes de la Junta Directiva de la Ciencia Cristiana

Queridos miembros y amigos de la Iglesia:

¡No vemos el momento de estar junto a ustedes el 5 de junio de 2023 a las 13, hora de Boston, para la Asamblea Anual de La Iglesia Madre! Hay mucho que agradecer.

Es extraordinario caminar por el pasillo en cualquier piso de la Sociedad Editora —edificio que nos alberga a todos los que trabajamos aquí, en el área de Boston— y pensar por un momento en la sincera devoción, generada por el Amor, que ve y siente en todas partes al trabajar juntos en apoyo de nuestra Iglesia, ya sea que haga muchos años que estamos aquí o seamos nuevos. Es imposible no sonreír cada vez que nos encontramos.

¿De dónde vinieron estas maravillosas personas? De todas partes. De ustedes, los miembros de La Iglesia Madre en todo el mundo. Son ustedes quienes han dado testimonio y apoyo al desarrollo de todos los presentes. Cada uno de los que están aquí ha sido guiado por el Amor para unirse al movimiento de la Ciencia Cristiana de una manera práctica, y la mayoría ha venido de otro lugar que no es Boston: República Democrática del Congo, Australia, Filipinas, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Francia, Indonesia, Rusia, Brasil, Perú, y así sucesivamente. De alguna manera, han llegado a este lugar para servir a los miembros de esta Iglesia y a toda la familia humana.

Pero muchos más todavía están en distintas partes del mundo contribuyendo a través del trabajo remoto, escribiendo artículos y testimonios, sirviendo a las filiales en su comunidad, tal vez capacitándose para satisfacer las necesidades de la enfermería de la Ciencia Cristiana, o poniendo su confianza en Dios a fin de postularse para la práctica pública y la enseñanza. Nuestros corazones desbordan al pensar en esto. Confiamos en que cuando un grupo de pensadores de la Ciencia Cristiana se reúne y recurre a Dios en busca de respuestas, en cualquier parte del mundo, se enciende una llama. Sabemos que la “palabra tierna y el aliento cristiano” de los demás es mejor que la repetición de las doctrinas y los “discursos estereotipados” que degradan lo que es real y verdadero acerca de la Ciencia, “ardiente de Amor divino” (Mary Baker Eddy, Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, pág. 367). Nadie en la tierra rechazaría el perdurable amor que sana y restaura, si realmente se lo comprendiera y experimentara.

Pero lo que realmente nos une a todos —el factor unificador que infunde valentía— es orar desde el mismo punto de vista, recurriendo al mismo Pastor en busca de orientación. No podemos conocer una vida dividida de la Iglesia o unos de otros cuando seguimos fielmente la Ciencia del Cristo, las palabras y obras del maestro cristiano y el descubrimiento de esta Ciencia que nos dio Mary Baker Eddy.

En los últimos años, el tenor público ha tenido un notable nivel de temor, y eso aún no se ha eliminado por completo del pensamiento del mundo. No obstante, no hay una persona que reciba esta carta que de alguna manera no se haya apoyado en su mejor comprensión de la Ciencia Cristiana a través de las Escrituras, los escritos de nuestra Guía y las publicaciones de La Sociedad Editora de la Ciencia Cristiana para dispersar esta nube. El efecto ha sido que el trabajo de esta Iglesia, en su sentido más amplio, aunque puesto a prueba, es inalterable.

En la Asamblea Anual, escucharán que dicho progreso no se ha detenido. En todo caso, los desafíos actuales nos han unido a todos a medida que profundizamos en la esencia del descubrimiento de la Ciencia del Cristo y sus promesas. Este será el enfoque de la Asamblea Anual 2023 mientras exploramos juntos en los próximos meses “El descubrimiento hoy en día: donde arden los corazones”. El descubrimiento de esta Ciencia que hizo la Sra. Eddy no puede ser rehecho o mejorado. Está completo. Sin embargo, nuestra comprensión cada vez más profunda de ella siempre necesita una renovación mental, y debemos vivir nuestras pruebas de crecimiento espiritual y del abandono de los lazos materiales.

Al hablar de su descubrimiento, Mary Baker Eddy comparte esto:

La mano divina me condujo a un nuevo mundo de luz y Vida, un nuevo universo —viejo para Dios, pero nuevo para Su “pequeña”. Se evidenció que sólo la Mente divina debe responder y hallarse que es la Vida, o Principio, de todo ser; y que uno debe trabar amistad con Dios, si ha de estar en paz. Él debe ser nuestro, de manera práctica, guiando cada pensamiento y acción nuestros; de otro modo no podremos comprender suficientemente la omnipresencia del bien para demostrar, siquiera en parte, la Ciencia de la Mente perfecta y de la curación divina.

Yo había aprendido que el pensamiento debe espiritualizarse a fin de comprender el Espíritu. Debe volverse honrado, desinteresado y puro, a fin de obtener la más mínima comprensión de Dios en la Ciencia divina. Lo primero debe ser lo postrero. Nuestra confianza en las cosas materiales debe transferirse a la percepción y confianza en las cosas espirituales. Para que el Espíritu sea supremo en la demostración, debe ser supremo en nuestros afectos y debemos ser revestidos con poder divino. La pureza, la renuncia de sí mismo, la fe y la comprensión, deben reducir todas las cosas reales a su propia denominación mental, la Mente, que divide, subdivide, aumenta, disminuye, constituye y sostiene, conforme a la ley de Dios.

Mary Baker Eddy, Retrospección e Introspección, pág. 27

Esto es algo bueno para reflexionar al prepararnos para nuestra reunión. Como en el pasado reciente, nos encantaría que aquellos que puedan se unan a nosotros en persona en Boston. Para los que no pueden, el equipo de la Asamblea Anual está planeando la posibilidad de que participen en línea. Se ofrecerá interpretación simultánea de la reunión en español, alemán, francés y portugués. También estamos considerando otras experiencias que podemos compartir el sábado y el domingo del fin de semana de la Asamblea Anual. Daremos más información al respecto. Consulten christianscience.com/asambleaanual para obtener detalles a medida que estos se vayan desarrollando. Como siempre, si tienen algún “informe del Movimiento” para compartir con nosotros, comuníquense con la Secretaria de La Iglesia Madre por correo electrónico a servicio@csps.com, o bien, llamando al +1 617 450 7731.

Con mucha gratitud por cada uno de ustedes,

La Junta Directiva de la Ciencia Cristiana